miércoles, 5 de diciembre de 2012

Añorando el papel



Con un "look" heterófilo, gabardina blanca, bufanda color crudo, un jersey verde, pantalones azules junto con unas botas negras, una señora de unos cuarenta años, cuyas gafas demostraban que sin ellas, en un mundo de ciegos, ella no llegaría ni a reina, sacó de su bolso marrón una preciosa funda aterciopelada de color turquesa de la que se esperaba surgiese un "iPad" o aparato tecnológico similar. 

No pudo ser mayor mi sorpresa cuando en realidad se trataba de un objeto negro sospechoso, no parecía tener pantalla ni teclas ni otro tipo de interfaz apreciable, pero todo tuvo sentido cuando vi que en la otra mano, que me había pasado desapercibida, sostenía un bolígrafo, aseguraría que era uno de esos conocidos como "Pilot", de color azul. A continuación fui asombrado cuando ese objeto negro fue abierto y resultó ser un libro de notas en el cual con suma concentración apuntó lo que tenía en mente. 

Con cierta envidia de semejante artilugio, yo aprehendí mi teléfono y empecé a escribir estas palabras, recordando mis años adolescentes de bachiller, en los que no sólo estudiaba, sino que también iba a la biblioteca (algunos de los que me conozcan no creerán en dichas palabras, pero sí), en la cual, una vez acabadas mis tareas obligadas, decidía esgrimir mi portaminas y en un arrebato de creatividad dedicaba horas a la concatenación de palabras en versos con el fin de darles forma y belleza. Horas tachando, borrando y reescribiendo, hojas convertidas en meros proyectiles con destino a la papelera y minas dispersas sobre el papel dibujando líneas y curvas matemáticamente incoherentes pero que sin embargo desprendían belleza en su interpretación.

Todo esto me hizo pensar en un tema de actualidad, una nueva droga, dependencia, nacida de una necesidad básica del ser humano como ser social que es, la necesidad de comunicación, explotada por grandes multinacionales a través de las nuevas tecnologías. Yo mismo soy una víctima, pero una víctima consciente de que lo es, sé que mi necesidad comunicativa en base a los medios que tengo a disposición ha crecido hasta convertirse más en una grave dependencia que en una de mis necesidades básicas comunes a todos.

El desarrollo de los aparatos que nos acompañan hoy en día fue en su día parte de como soñaba el futuro, pero lo que no me esperaba era que fuera acompañada de este "boom" comunicativo. Está claro que las grandes empresas de telefonía, tanto operadores como productores han aprendido bien su lección de marketing y han sabido explotar con gran acierto las necesidades básicas del ser humano, y no sólo explotarlas, sino también acentuarlas.

El debate que pretendo abrir con esta pequeña introducción es si pensáis que realmente estamos cubriendo una necesidad comunicativa básica con nuestros "smartphones" y "tablets" o estos no están creando y exponenciando esa necesidad de modo que finalmente dependemos de ellos hasta rozar la drogradicción.

Comentad.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Pensando en ti


Pensando en ti.

Intentando dibujarte torpemente en el aire. Ni siquiera sé quién eres. Con cuántas cucharadas de azúcar tomas el café con leche, ni si te gusta el café con leche. Entonces es todo más fácil, porque puedo crearte a mi antojo. Me acuerdo de tus ojos, y sobre todo de tus manos. De cómo huele tu cuello, a hombre, a algo amargo y fino, cálido, placentero.

Cojo tu mano y pinto una caricia en mi espalda, a mil kilómetros de distancia. O aún más sencillo. Imagino que te gusta escuchar música a oscuras, dormir hasta tarde, cantar en la ducha y todas esas cosas banales que ahora brillan con el embrujo de lo nuevo.

Me aprovecho del gen fresco de lo que está por nacer, que perfuma el aire como hierba recién cortada. Me nutro del sueño, de la posibilidad, de la puerta que se queda abierta (y la luz entrando a raudales). Me alimento de mi tú inventado, hecho a la medida y aún así sorprendente y encantador, lejos de la mediocridad del personaje que el autor observa y estudia hasta difuminar sus contornos de tan explorados. Vivo de mi ilusión de ti, porque aún me habitas.

Aunque no tengamos ningún futuro.

¿Qué más da?

By a Friend of Mine


lunes, 18 de junio de 2012

La Patología de Muro



Antes de nada quisiera explicar ciertos conceptos que debemos conocer para poder entender el resto del artículo, conceptos psicoanalíticos y sociales.

El más importante y reiterado es el de Self, que se divide en tres conceptos distintos. El primero sería el verdadero Self, el que Freud llamaría el Yo, la verdadera identidad de la persona que maneja los instintos y crea, por imposiciones sociales y relacionales, al falso Self, una fachada que nos permite vivir en sociedad y que se podría asociar con el Super Yo. El tercer concepto sería el Self en sí, la integración de ambos creando la personalidad definitiva de la persona.

Otros conceptos serían:

   -Una patología psicológica es cuando una anomalía psíquica pasa de ser un rasgo distintivo de la personalidad y perfectamente funcional a convertirse en algo perjudicial para el propio individuo y/o para la sociedad.

   -La psicosis psicoafectiva, se trata de una anomalía psicológica debida a una falta de integración del verdadero Self con el falso Self a nivel afectivo.

   -Un vector patológico es un desencadenante para que una patología latente se presente.

Hablemos entonces de la Psicosis Psicoafectiva y de la Red, lo que nos va a aproximar a un modelo que podemos llamar la “Patología de Muro” que nos puede ayudar a comprender la patología de algún caso clínico gracias “al doble de nosotros mismos” que subyace en la exhibición de formas ideales de nosotros mismos, incluso con la exhibición de datos íntimos en lo cotidiano, cuando damos a conocer por internet datos reales y/o imaginarios de nosotros mismos, dejando rastros de nuestra personalidad en la Red, y peor aún la imagen en “el muro” que nos puede convertir en víctimas constructoras de un falso Self.

“Patología de Muro” en forma de aparentes banalidades correspondientes a la vida cotidiana, muros (facebook twitter, tuenti…) que como tales además de exponer en ellos importantes rasgos de nuestra personalidad, sin que nos percatemos de ello, pueden dividir el Self, pudiendo el falso Self, un falso YO, ser el que tome las riendas de la personalidad.

El verdadero Self comprende aquella interioridad del “Sí Mismo” que en cierta medida se torna inalcanzable para el individuo, pero que sin embargo es el propulsor de la espontaneidad, la creatividad y el vivir creador. El falso Self, a su vez, mantiene la función de envolver y proteger al verdadero Self: desde un "afuera" en el sentido que establece relaciones con el mundo bajo las reglas sociales que en éste imperan. El primero no puede sostenerse sin el segundo, pero éste, el falso Self, en casos patológicos puede ocupar cierta porción de aquel, el Self verdadero, una porción que puede actuar como vector patológico.

El trauma explicado desde el abandono, abuso activo, accidentes, circunstancias de ambiente adverso o vulnerabilidad constitucional, que pueden afectar al desarrollo saludable de un integrado sentido del Self (conjunto), y a las capacidades para intimar con otros. Puede convertirse a través de la imagen dada y reflejada (proyectada) en el “muro” en “un falso Self”, en un Self esquizoparanoide:

El muro como objeto aprisionador de una falsa imagen, puede llevar a un falso Self: “Patología de Muro”: el muro como aprisionador del verdadero Self.

Advirtiendo que lo que proyectamos en el muro nos persigue como una proyección paranoide, el doble imaginario que de nosotros construimos y los otros construyen de nosotros en el muro, completan un cuadro esquizoafectivo.

Este tipo de patología se puede ver cada vez más a menudo por los cambios que ha sufrido la sociedad desde la existencia de Internet, que ha cambiado nuestra forma de vivir por completo y sobre todo la de las generaciones futuras. Habría que considerar que aunque Internet crea muchas ventajas, también es una herramienta que puede llegar a ser un vector patológico si no se llega a considerar como tal y se transforma en el único medio de socialización.

Es un problema que puede no estar muy presente en la actualidad pero que puede sí estarlo en un futuro próximo, dado a que las generaciones actuales la han sufrido una vez su personalidad ya formada, sin embargo, las nuevas generaciones sufren y sufrirán esta influencia durante la formación de su personalidad, asimilándolo como algo intrínseco y natural, lo cual implicará que sea mucho más difícil de modificar.